lunes, 22 de junio de 2009

Aquel fatídico 22 de Junio

Por: Luisa Fernanda y Lourdes Torrens Amador

Había sido designado por el comité organizador de los XIV Juegos Centroamericanos Habana 82 para portar la antorcha en el acto inaugural en el estadio Pedro Marrero, pero: ¡no pudo ser! Fallece el 22 de Junio a solo dos meses de iniciarse el evento, lo que impidió que pudiera correr otra vez esta figura del deporte Rey de Camagüey y de Cuba: Rafael Emilio Osvaldo Fortún Chacón.

Fortún nace en Camagüey el 5 de Agosto de 1919.

Sus inicios en las prácticas deportivas se vinculan a su niñez, cuando jugaba béisbol en los terrenos baldíos y le propusieron comenzar e entrenar atletismo en la especialidad de salto alto.
Tiene su primera experiencia internacional en 1944 cuando compite en los Juegos Antillanos, organizados en puerto Rico. Allí participó en los eventos de salto alto, logrando el tercer puesto y realizó su primera incursión como sprinter en los 200 m planos ubicándose también en el tercer puesto.

A su regreso, el entrenador Julio Navarro, con la certeza de sus condiciones naturales para las carreras cortas, lo convence para que se convierta en corredor. A partir de ese momento se establece en La Habana y combina los entrenamientos en las pistas con el trabajo obrero del Ministerio de Obras Públicas.

Dos años le bastaron a Fortun para ganar la cima del campo y pista cubano, tarea difícil por su condición de pobre y negro que limitaba las aspiraciones de muchos jóvenes en aquel entonces.

El despegue de Fortún se produjo durante los V Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla-Colombia en 1946 al obtener sendas medallas de oro en los 100 y 200 metros planos con tiempo de 10,4 y 21,6 segundos, respectivamente. También obtiene medalla de plata como integrante del relevo 4 x 100 con tiempo de 43,1.

Los éxitos de Barranquilla fueron el comienzo de su estrellato en las pistas.
En 1949 compitió en Trinidad y Tobago y en Puerto Rico, donde le proponen quedarse como entrenador y su respuesta fue un no, pues nunca competiría contra Cuba.

VI Juegos Centroamericanos Ciudad de Guatemala- Guatemala 1950.
Oro 100m (10,3)
Plata 200m (21,2)
Plata relevo 4x100 (41,5)
VI Juegos Centroamericanos Ciudad de México-México 1954.
Oro 100m (10,5)
Plata relevo 4x100 (41,3)
I Juegos Panamericanos Buenos Aires-Argentina 1951.
Oro 100m (10,5)
Oro 200m (21,3)
Plata 4x100 (41,2)
Luego de este resultado por el que recibió como premio la cesantía del Ministerio de Obras Públicas y el concebido escándalo de la prensa internacional por el hecho, es reincorporado a su cargo y matricula la carrera de administración en la Universidad de La Habana, mientras cursaba sus estudios es invitado a participar en unas pruebas de atletismo que se realizarían en la Universidad Coral Gables, de Miami y así Rafael resulta el primer atleta negro que traspasa los umbrales de aquella discriminatoria institución. Como en otras ocasiones el camagüeyano se creció y ganó las pruebas de los 100 y 200 metros ante el estupor de los allí reunidos.

Durante 1958 cuando iba a cumplir 40 años de edad, corrió de forma oficial por última vez, para ceder el paso a las nuevas promesas.

En 1959 se le nombró por la entonces Dirección General de deportes como instructor de atletismo en las instalaciones de la ciudad deportiva.

En 1969 el recordado gran sprinter camagüeyano trabajaba como entrenador en el área de velocidad del equipo nacional de este deporte. Su experiencia fue valiosísima en todos los órdenes desempeñando la función de juez de salida en los más importantes certámenes nacionales e internacionales que han tenido lugar en nuestro país.

Hoy su nombre y su quehacer en el atletismo son referencia obligada para las presentes generaciones de atletas cubanos.

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